KAI FACT magazine
Una empresa que nació en un pueblo de forjadores de sables,creó navajas para ayudar a las personas.
FACT  No.03

Una empresa que nació en un pueblo de forjadores de sables,
creó navajas para ayudar a las personas.

El Grupo KAI nació en la ciudad de Seki, prefectura de GIfu,
pueblo en el que el arte de forjar sables tiene más de 800 años de historia.
No solo se fabrican navajas para afeitar y cuchillos de cocina,
sino que también se elabora equipo médico como bisturís.
Solamente en la planta de Oyana se fabrica equipo medico.
¿Cuál es la filosofía de crear navajas para salvar vidas?
La “Sala blanca”, en la que se realiza el proceso de ensamblaje y embalaje de las navajas para uso médico,
se mantiene bajo un minucioso control de higiene, además que todos los trabajadores llevan ropa especial libre de polvo que cubre todo el cuerpo,
desde la cabeza hasta la punta de los pies.
El bisturí MVR que se utiliza en oftalmología, especialmente para operaciones de cataratas,
se inspecciona con un microscopio de alta resolución, para verificar ralladuras del orden de 0.001mm (micras).
Trabajadoras de la línea de ensamblaje de curetas (instrumento quirúrgico para tomar muestras raspando el tejido suave de la piel), nos reciben sonrientes. Por otro lado, en la línea de inspección y ensamblaje, bisturís para oftalmología han terminado de ser verificados, para colocarles la empuñadura de resina, y empacarlos en su caja especial.
Los bisturís que se introducen directamente en los ojos, como los utilizados para operaciones de cataratas,
se prueban con una lámina especial, para comprobar el filo.
Además, se amplía con un microscopio de alta resolución para verificar el ángulo y la forma del bisturí.
Una empleada nos comenta: “Al tratarse de un producto que puede afectar la vida humana, se realiza la verificación en varios niveles.
Es un trabajo en el que no puedo perder la concentración ni un instante”.
La planta de Oyana, en la ciudad de Seki, comenzó a operar en 1968.
Cerca a la planta hay una estatua de bronce de tres hombres levantando sus brazos hacia el cielo.
Esta estatua es conocida como “Sanwa-no-zo” o “La estatua de las tres armonías”, que representa a los clientes, los trabajadores y los ancestros, y cuyo significado es el respeto y agradecimiento a cada uno de éstos elementos para la elaboración de buenos productos.

La artesanía apoyada por el espíritu del herrero

 Desde su creación en 1908, el Grupo KAI ha buscado incesantemente mejorar el filo y la calidad de las navajas, lo que se extiende también para la fabricación de navajas para uso médico, que se inició en 1984. Takahiko Asahi, encargado de la planta de equipos médicos, explica: “Nosotros sólo producimos equipos médicos en la planta de Oyana, porque estos productos profesionales tienen influencia directa en la salud y bienestar de las personas. Motivo por el cual, utilizamos las mejores instalaciones de producción y los más destacados investigadores”. Visitando la planta, junto al Sr. Takahiko, pudimos constatar que un bisturí no solo debe cortar bien o ser afilado, sino que la forma y el tamaño son importantes para cada rama de la medicina que usa el instrumento, como la dermatología, cirugía, oftalmología, patología y otras áreas. El jefe del equipo de la sección de desarrollo, Masahiro Endo comentó: “(el desarrollo) es una continuación de pruebas y errores; la concentración de carbono en el material, la resistencia al corte, dureza, durabilidad, etc.”, pero añade con una sincera alegría desde el fondo de su corazón: “...pero cuando (los clientes) quedan satisfechos, me olvido de todos los sacrificios que han sido necesarios”. En la actualidad, las navajas para la industria médica que produce KAI, se utilizan en 80 países aproximadamente. La razón de este importante avance es gracias a la “cantidad de opciones (que tenemos para ofrecer)”, según nos informa Takako Yokochi, la encargada de la sección de ventas al extranjero, y agrega: “Mientras el Grupo KAI tenga a su disposición una acumulación de tecnología obtenida en la fabricación de afeitadoras, tendrá el baúl de información lleno, entonces es más fácil de ésta manera, hacer una presentación a un doctor”.
 El poder de tener opciones para ofrecer, se puede explicar como: “...Es una cualidad de la ciudad de Seki, además de ser una de las principales filosofías del Grupo KAI”, según nos enseña el director general Katsuaki Yamada. Añade además: “Tratamos de entender la finalidad de uso, inclusive hasta los hábitos de uso, es decir tenemos el “espíritu del herrero” que está en las raíces de los pobladores de la ciudad de Seki, y buscamos elaborar herramientas para cortar que estén arraigadas con la vida cotidiana en sí”.
 Antiguamente se fabricaban sables para los generales feudales, pero ahora las “navajas” salvan vidas. Esto solo es posible gracias al espíritu de elaborar productos “para las personas”, que ha sido transmitido de generación en generación en la ciudad de Seki y en la filosofía de KAI.
Desde la derecha: Katsuaki Yamada Director Ejecutivo y Jefe del Departamento de tecnología de producción, Masahiro Endo Encargado de Desarrollo de Equipos Médicos, Takako Yokochi y Kazuhiko Isogimi Encargados de Ventas en el Extranjero, y Takahiko Asahi Director de la Planta de Equipos Médicos.
Un día soleado de invierno, a mediados de noviembre. Aproximadamente 350 personas de la planta de Oyana el día que hicimos el reportaje.
Desde el principio hasta el fin el ambiente estuvo envuelto de cordialidad, sin embargo al momento de las fotos nos dimos cuenta que había muchas personas tímidas y modestas que decían: “...las fotos me dan vergüenza”. La planta de Oyana está situada en una llanura, por la cual corre sin parar el aire puro. Un lugar en el que dan ganas de estirarse y respirar hondo.

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