KAI FACT magazine
La artesanía de Gifu, nacida desde la hermosura de la naturaleza.
FACT  No.03

La artesanía de Gifu, nacida desde la hermosura de la naturaleza.

En la prefectura de Gifu, que se encuentra situada casi al centro del territorio japonés, existe una cultura que se ha ido transmitiendo a lo largo de la historia por los pobladores de estas tierras. Cultura que se sostiene desde sus bases por la hermosura de la naturaleza. Montañas del orden de los 3000 metros, por donde recorren varias vertientes cristalinas, coloreando la vida cotidiana de los pobladores, además de pulir el concepto de belleza y la imaginación de los maestros artesanos. Me he paseado por el punto donde convergen, el clima, la cultura y el espíritu del artesano.
El río Nagara, corre por el centro de
la prefectura de Gifu de norte a sur.
En el camino hacia su vertiente,
pasando por la ciudad de Gujo,
en la parte central de la prefectura,
me detuve por la hermosura de los colores de
las hojas rojas de otoño.
Sus colores vivos, resaltan en contraste con las aguas cristalinas de la montaña.
Vista panorámica del principal pico de la montaña Hakusan, el pico Gozen, en la ruta 314,
camino a la ciudad de Gujo, Shirotori.
A los pies de la montaña ligeramente inclinada,
se puede observar la localidad de Shirotori.
Las cataratas de Amidagataki, que son una de las fuentes del río Nagara,
son un lugar sagrado para las personas que rinden culto al monte Hakusan.
Los fieles meditan mientras están sentados debajo de la cascada.
En el Santuario Nagataki Hakusan, en la localidad de Shirotori,
se lleva a cabo por más de 350 años, el “Festival Dededen”.
Los feligreses rezan a los dioses para una cosecha abundante y la buena salud,
mientras corren sobre los puentes de piedra del santuario.
  • La ciudad de Gujo, un pueblo de artesanos, entre los que se encuentran principalmente las yeserías, ha sido elegida como zona de conservación de edificaciones tradicionales de importancia histórica. La ciudad cuenta con canales para prevención de incendios, y frente a las casas podemos observar baldes colgados con el mismo propósito.
  • La ciudad y las hermosas casas tradicionales forman un conjunto armónico. Los locales son responsables de mantener la ciudad libre de desperdicios. Por lo que las calles están limpias y libres de basura.
  • Adentrándose por el camino, se encuentra un manantial natural de agua, del cual fluyen varios canales. Antiguamente se utilizaba para lavandería, lavar la vajilla y otros. En verano los peces nadan por los canales, además que se enfría fruta como sandías y otras.
Ella es Mika Ueno, me la encontré en una avenida principal, nacida y criada en Gujo. Trabaja en el café “Kokochi”, que tiene gran acogida en el pueblo, y está ubicado al borde el río Yoshida. “Me gusta la ciudad por su aire puro y sus aguas limpias”.
El Gujo Odori (Danza de Gujo), es un festival tradicional que se ha venido celebrando en Gujo por más de 400 años.
El festival comienza a principios de julio y se celebra por casi dos meses. En su punto más álgido,
en el periodo llamado “Obon”, a mediados de agosto, los participantes bailan toda la noche por cuatro días consecutivos.
Las bandas musicales tocan sin parar las músicas tradicionales en las “Yakatas” o casonas clásicas.
El Gujo Odori, es uno de los llamados “los tres mayores festivales Bon de Japón”.
Pero no es un simple festival como cualquier otro de la estación,
los participantes que provienen de todo el territorio nacional, se toman seriamente su rol en el festival.
Es comprensible que los medios extranjeros describen a los bailarines como “Cultura del trans japonés”.
En toda la ciudad se escuchan ecos de las sandalias o “Getas” de los bailarines, chocando con el suelo.
Varias empresas y organizaciones de la prefectura de Gifu participan en el festival,
en el que se realizan concursos, compitiendo por la hermosura de los bailes.
Además, los miembros del jurado,
entregarán a los mejores bailarines certificados de la Asociación de Preservación del Gujo Odori.
Entre las organizaciones participantes, podemos observar a los trabajadores de las plantas de Seki y de Gujo. Los cuales,
con abanicos azules y Yukatas del mismo color, muestran su cohesión como grupo.
Al ser Gujo un pueblo conocido como productor de caballos, la segunda canción que se baila es la de “Harukoma” (caballito de juguete).
Los movimientos imitan los galantes movimientos del caballo. El cuerpo entero se utiliza en esta danza incesante. El sudor se derrama por los rostros y los cuerpos.

La naturaleza abundante y la buena tradición antigua,
estimulan el espíritu de la nueva generación de artesanos.

 El 80% del territorio de la prefectura de Gifu es boscoso. Al norte tenemos montañas del orden de los 3000m de altura, de las cuales se extrae madera de alta calidad, base fundamental de la creatividad de los carpinteros y fabricantes de muebles de Gifu. Sin embargo en la actualidad, a pesar de la abundancia de los materiales, hace falta nuevos artesanos que la trabajen, por lo que la madera se envía casi en su totalidad a otras prefecturas. En vista de ésta situación, Yuto Morohashi, quien participó por primera vez el 2012, en el festival Gujo Odori, y además quedó impresionado por el baile Bon tan arraigado al pueblo, dio inicio a su negocio “Gujo Mokuri”, de ventas de Geta (sandalias de madera) en 2014, pues como él dice: “...me sentí muy triste al ver que las Geta no eran hechas en Gifu”... Las Getas de Morohashi son elaboradas completamente con madera de ciprés japonés, consiguiendo unos resistentes “zapatos de baile para danzar toda la noche”. Mediante técnicas locales de impresión en serigrafía y el Aizome (teñido con tinta azul), consiguió confeccionar las correas para las sandalias totalmente en la ciudad de Gujo, logrando así una sandalia netamente local. Los llamados “dientes” de 5cm de la Geta, no solo están diseñados para darle un buen sonido, sino también para que el danzante se vea hermoso mientras baila.
 El Gujo Odori también ha inspirado a “creadores” en las discotecas regionales. “Se podría argumentar que el “Rave” y los bailes toda la noche tienen su origen en los bailes de Gujo. Especialmente el “Harukoma”, cuyo dinamismo musical tuvo un gran influencia en mí”, nos comenta el DJ MOTIVE, quien ha lanzado “Harukoma Mix” con su propio sello discográfico. “Los músicos que tocan en las Yakatas, son como los ancestros de los DJ. Quiero crear música “dance” que pueda competir con ellos”.
 El agua blanda que almacenan los bosques abundantes de Gujo, fluye desde las montañas del norte hacia las llanuras de Minohirano en el sur. La técnica de elaborar a mano el papel japonés de Mino o Minowashi, arraigado a éstas tierras, ha sido registrada como Patrimonio cultural inmaterial de la UNESCO. Es paradójico que ésta técnica que atrae la atención del mundo, se esté perdiendo poco a poco con el flujo de los jóvenes hacia las grandes urbes. Sin embargo un joven llamado Kenji Sawaki, preocupado con el futuro del Washi, continúa con su elaboración, desde el cultivo de las moreras japonesas que son la materia prima y que tardan un año en crecer, hasta la elaboración manual del Minowashi, que tarda 2 semanas en hacer una simple hoja. Su rostro muestra determinación cuando afirma: “Quiero transmitir a las siguientes generaciones la técnica”.
 Es ya casi inminente la falta de artesanos capaces de transmitir las técnicas ancestrales, pero dentro de este contexto, han empezado a surgir personas que están llevando los productos “hechos en Gifu”, fuera del límite local. Como ejemplo de esto, podemos citar a la editora “Sakadachi Books”, ubicada en la ciudad de Gifu, que el año pasado ha publicado la revista “Gifu No Mono” (Las “cosas” de Gifu). En la cual se enfoca el trabajo detallista del artesano, que no escatima esfuerzos para elaborar productos de calidad, transmitiendo con sinceridad el sentimiento del artesano.
 Se dice que el pueblo de Gifu tiene alma de artesano, pero no de comerciante. No obstante, la sinceridad que es virtud de muchos lugareños, ha hecho posible la transmisión y protección de las técnicas. Así mismo, los encargados de transmitir el legado a las siguientes generaciones, deben reexaminar la gracia de la naturaleza que está bajo sus pies, así como también la cultura y tradiciones, para de esta manera hacer posible la creación de una nueva legión de artesanos o “creadores de productos”. Se puede sentir la pasión silenciosa al fondo de sus pupilas, una especie de orgullo oculto.
  • Yuto Morohashi de “Gujo Mokuri”. Su tienda-taller se encuentra ubicada en la zona de Hachiman, en la cual se puede escoger distintas tallas de Geta y más de 50 tipos de cordones para las sandalias, las cuales son preparadas inmediatamente.
  • El DJ MOTIVE no sólo es autor del “Harukoma Mix”, sino que también ha realizado un sampling o muestreo musical de sonidos como el canto de las aves y el correr del río, todos grabados en los bosques vírgenes de la ciudad de Seki en la villa de Horado y compilados en un álbum.
  • Kenji Sawaki, un artesano del Minowashi, administra su taller “Corsoyard”. Kenji disfruta haciendo su trabajo, inclusive ha lanzado una línea de accesorios utilizando el Minowashi como material.
  • La editora “Sakadachi Books” se inició en el negocio con el concepto: “Ver las cosas de un punto de vista diferente”. A la derecha la editora Asuka Yasuda. A la izquierda el director de arte Kohei Ishiguro.

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